viernes, 11 de junio de 2010

La Columna de don Onésimo (III)


Con un atraso de un día (¡Uy, qué susto!), entrego la nueva columna (¡No lo operé!) de mi vecino de cuarto (¡Sin amancebamientos!), don Onésimo.

Don ‘One’, nos relata (como ya se vuelve buena costumbre) la vivencia del día, esta vez combina platónicas pasiones con meriendas trancadas, en un sobrio y breve escrito que dista mucho de sus dos opulentos apetitos: los soñados y los que matan por colesterol.





EL DESAYUNO


Hoy, después de un ayer productivo, desperté desanimado.

Nada que no se resuelva con un tinto y un Dólex, pensé y bajé a prepararlo.

Efectivamente, así fue. Media hora después, comenzaba a parecerme al mismo de ayer.

De repente (como el tango), suena el timbre y aparece ‘ella’. Muy linda como siempre, luciendo una chaqueta de botones, un arete largo, yines, una sonrisa entre amable y nerviosa y su morral azul.

El día está frío, pero su presencia cada jueves o viernes, trae un toque especial de calor.

Tal vez, por encontrarme bajo los efectos de aquella poderosa combinación de drogas, por un momento quise con ella, ser juguetón:

Subo las escalas, no me baño, me visto, bajo veloz (es un decir…) y se me ocurre invitarla a una pilatuna. A que rompamos juntos, la rutina por un instante.. ¡cuánta locura!

- ¡Volémonos! –le digo.
- ¿A dónde? –me responde asustada.
-
A desayunar al centro. Hay un restaurante fenomenal: huevos al gusto, arepa con queso, chocolate y jugo de naranja. ¿Qué le parece?

Otro contundente ¡no gracias!, pero ésta vez acompañado de una sonrisa marcadamente nerviosa, me indicaron que el juguetón en esta historia, sólo era Yo.

¡Lástima! Hubiera sido un buen comienzo de Jueves.

El desayuno como siempre, estuvo perfecto.

Debo refinar.

1 comentario:

taranto dijo...

Compañero:

No decline.
Ni un paso atrás.
Insistencia y persistencia, que en eso se resume el I CHING, por lo tanto no vale la pena comprar un libro tan costoso.
Que la luche continúe.
A lo mejor: no hay que invitarla a un desayuno de trópico frío, tal sueño amerita invitar a cena compuesta por:

- Ostras con limón.
- Maní con Dólex.
- Borojo con miel CONAVI.
- Chontaduro cocinado en Río Cauca.
- Caldo de pajarilla, en plato hondo.
- Biagra molido encima de par huevo crudos.
- Y de remate: un kumis casero.