martes, 25 de mayo de 2010

Escritora Invitada

Daniela es una campesinita de 10 años que vive en el Sector Ceballos de la Cuchilla del Salado, una veredita manizaleña que goza del sosiego. Daniela es hábil para el diseño, construye un castillo con una caja de fósforos; baila al son de música pirata (salsa de la vieja guardia); pinta, mejor que Miró, en cuadernitos populares; y, ya le jala a las letras.


Daniela cuando tenía 8 años y mudaba dientes. Aún no sacaba las uñas para escribir historias. (Foto: Tilincio Villa-Nueva).


Hoy, es la escritora invitada. Sacó al azar 4 personajes que habitaban en una bolsita plástica donde cohabitaban 16 más marcados en tiritas de papel. De otra bolsa, donde se escondían 20 temas variados, le tocó la suerte del tema ‘amor’. Y con estos ingredientes, siguiendo la instrucción de una profesora que aviva la férrea estructura (inicio-nudo-desenlace), armó su cuento.


HISTORIA DE AMOR

Por: Daniela Marín Muñoz (10 años)


Erase una vez un Mudo, que sufría las burlas de todos los hombres, pues decían: “Vive solo, y no tiene novia porque le faltan las palabras para conseguirla”, y una Lavandera, que sufría las burlas de todas las mujeres, pues decían: “Vive sola, porque es muy feíta”.

Un día de verano la Lavandera fue al río, a un charquito limpio y profundo, para lavar una ropa. Y en ese mismo charquito, sin que la Lavandera lo notara, estaba buceando el Mudo.

En el momento en que la lavandera se estaba echando agüita en la cara para refrescarse del calor, el Mudo sacó la cabeza fuera del agua para respirar, y por accidente y sin quererlo rozó los labios de la Lavandera. Y por mucho rato, se quedaron alelados mirándose a los ojos.

De pronto, apareció una Serpiente con la intención de picar a la Lavandera. El mudo abrazó a la Lavandera para protegerla del ataque de la Serpiente. Entonces, la picada se la ganó el mudo. Y la Serpiente, que era “Mágica”, huyó perdiéndose entre las aguas.

El Mudo, en vez de morir, pegó el primer grito de su vida: “¡Ayyy!”. El Mudo se puso muy feliz, y le dijo a la Lavandera que ya podía hablar. Se hicieron novios y se metieron juntos a nadar en el charquito.

Repentinamente, salió de entre las matas un Tigre que hace rato con ojos de hambre venía observando a la Lavandera y al Mudo. El Tigre, con mañita se fue entrando al charquito con la idea de merendárselos.

Pero como el Tigre los vio besándose felices, pensó: “Las personas que aman no merecen morir, porque el amor es lo más hermoso de la vida”.

El Tigre tomó agüita para calmar el apetito, y se fue para el bosque a buscar comida. El Mudo y la Lavandera vivieron felices por siempre.

8 comentarios:

Fabiola dijo...

Me encanta la historia, nada de princesas atontadas esperando a un principe azul desteñible¡¡¡. Lo que más me gusta del cuento es que la lavandera es fea y sigue siendo fea, no ocurre la transformación tradicional de cualquier cuento típico¡. Triunfa el amor, es verdad, pero un amor terrenal¡¡¡

Anónimo dijo...

hola daniela, la felicito por el escrito, me fascinó aquello del charquito donde se bucea y cuando el mundo dice ayyy. adelante daniela. soy gloria la hermana de gerardo

taranto dijo...

Yo también soy mudito, ¿no habrá para mí en esa vereda otra Lavanderita, pero Pensionada y que me sostenga?

Anónimo dijo...

Daniela, he disfrutado línea a línea su cuento amoroso y de paso he paladeado su delicioso helado fotográfico. Muy ricas sus letras fresquitas por el baño del charquito. Siga contando cuentos y verás que contentos nos pondremos los que vivimos al otro lado del río.
Felicitaciones.
flekos11@hotmail.com

Andrés dijo...

Hasta que llego la crisis. Me cuenta que quebró la lavandería de ella, que a él se le hizo un nudo en el ombligo, el tigre está con diarrea y la serpiente se enredo en una rama. Por suerte, Santos y Rajoy los van a sacar de esta. Gracias!

Anónimo dijo...

Nooo Andrés...no me dañe la ilusión y la esperanza...yo estoy todavía esperando a mi mudito¡¡¡ Creo en el amor incondicional, en silencio y lavando en el rio, acuérdese que allí fue que empezaron papá y mamá¡¡¡¡

Anónimo dijo...

Daniela, tengo un problema que seguro que usted me puede ayudar a solucionar: como le parece que mi historia de amor es parecida, yo conocí un hombre maravilloso, especial, lo que más me gustaba era que no hablaba, todo me lo decía con la mirada y lo más increible es que yo le entendía todooo. Tengo que aclarar que no soy fea, ni lavandera, mi único defecto es la fumadera, pero bueno, nadie es perfecto. El caso es que una vez casados el mudito comenzó a hablar y aquí entre nosotras, a decir pendejadas, que desilusión mijita. Aconséjeme Daniela: ¿qué hago? ¿cómo lo hago callar? ¿Cómo decirle sin que se ofenda: me gusta cuando callas?. Espero tu respuesta.

Anónimo dijo...

Gerard...que deleite, deleite, mientras llueve, gracias por regalarme un puñado de sueños!!!! DIANA...LA NEGRITA ENEANA

sera mas facil llegar a madrigal, o tendre tantos embrollos como eran habituales para llegar a chipre viejo???